La optimización de procesos es la disciplina que adapta continuamente los procesos con el fin de mejorarlos. Para eso se debe identificar los puntos deficientes, encontrar las soluciones para perfeccionarlos e implementar estos cambios.
Una optimización efectiva nos pruede brindar los siguientes beneficios:
Mitigar riesgos
Estandarizar los procesos disminuye los errores, repeticiones de trabajo y dudas en procedimientos; por ende los riesgos.
Reducir costes
Un proceso optimizado permite identificar con facilidad las pérdidas, cuellos de botella que conducen a disminución de productividad y mal uso de recursos; lo que a mediano y largo plazo reduce costos.
Aumentar el posicionamiento de la empresa
Se incrementa la capacidad de entregar al cliente la calidad del producto o servicio que busca de un proveedor, ofreciendo mayor valor.
Aumentar la eficiencia / Optimizar el tiempo
Al corregir las fallas y estandarizar los procesos se puede generar más, con mayor calidad y en menor tiempo. Eliminar las actividades que no agregan valor sin repercusiones negativas permite optimizar el tiempo y crear flujos de trabajo más ágiles.
Incrementar la capacidad de resolución de problemas
La optimización brinda una mejor visión general de todos los procesos. Al tener visibilidad de un extremo a otro es posible identificar la causa de los problemas y corregirlos desde su raíz, evitando que se inviertan recursos para atenuar solo las consecuencias en lugar de las causas.